jueves, 25 de septiembre de 2008

La Aldea de San Nicolás, pueblo de difícil acceso


Gran Canaria. La Aldea de San Nicolás, al oeste de la isla.

La Aldea era un pueblo de difícil acceso. En tiempos de mis padres tenían que tomar un barquillo que los trasladara hasta el vecino pueblo de Agaete. Otros hacían el recorrido a pie, subiendo hasta Cueva Grande y desde allí bajaban hasta El Risco de Agaete.

En aquellos tiempos muchos iban a la vecina isla de Tenerife a hacer sus compras, pues les era más fácil ese trayecto en barco que a Las Palmas de Gran Canaria.

De pequeño recuerdo ir en un camión con mi madre, conducido por Juanito Afonso, que transportaba tomates hasta el Puerto de la Luz y de Las Palmas. Subíamos por la pista de tierra que unía El Cruce con la zona de El Mirador, dicha carretera se cortaba cada vez que corría el barranco.

Poco después construyeron una pista bordeando la cadena montañosa, desde la playa. Para salvar el cauce del barranco construyeron un puente, el cual no duró mucho por los embates de las aguas, hasta que finalmente hicieron uno "como Dios manda".

Al principio se utilizaban coches particulares que hacían de transporte público, pero sin licencia, los famosos "piratas", los cuales eran muy perseguidos por la Guardia Civil.

Luego se abrió la línea de los "coches de hora" de A.I.C.A.S.A, de la Compañía Melián, los cuales tardaban 4 horas en llegar a la ciudad, pues hacían muchas paradas.

Por el sur había que subir hasta Artejeves, para tomar luego las degolladas de Tasartico, Tasarte, y Veneguera, hasta llegar a Mogán. Era una carretera estrecha, sin protección y con abismos impresionantes, desde Arteves hasta la degollada de Tasartico.

Recuerdo de pequeño ir en el coche de don Juan Márquez, mi maestro, y con su familia, por el sur hasta la capital. En lo alto de la carretera de Mogán nos encontramos con otro vehículo que venía de frente y mi padre tuvo que dar marcha atrás un largo tramo, pues no cabían dos coches. Todos se bajaron, menos yo, porque había un enorme precipicio y era peligroso.

Por el centro hay otra conexión, por la carretera de las presas, hasta llegar a Artenara, luego se baja o por San Mateo, o por Valleseco. Es una carretera para ir despacio y disfrutar del maravilloso paisaje.

2 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

No te digo, siento que estoy conociendo tanta belleza natural además de tus vivem}ncias.Gracias.un saludo afectuoso

Juan Antonio dijo...

Nerina

Gracias por tu visita y por tus cariñosas palabras.

Un abrazo.