viernes, 26 de septiembre de 2008

Los piratas de La Aldea de San Nicolás

Foto Google. El coche de Paco Matoña era parecido a éste. Él lo tenía siempre limpio y brillante.

El transporte desde La Aldea hasta la capital era difícil, pues habían pocos "coches de hora" y éstos tardaban cuatro horas en llegar a la ciudad.


Unos coches de particulares hacían transporte de pasajeros. A éstos se les llamaban piratas porque circulaban sin permiso. Los dueños de la empresa A.I.C.A.S.A., Autobuses Interurbanos Canarios, de la Compañía Melián, los denunciaba a la Guardia Civil, por lo que éstos los perseguían.


Los primeros que empezaron a hacer el servicio de transporte fueron los piratas de Paco Matoña y de Juanito Afonso.


Una vez, Paco Matoña, para evitar a la fuerza pública, subió por los Altos de Guía, pues los agentes siempre se apostaban en la carretera general, con tan mala fortuna que la Guardia Civil los estaba esperando allí. Y fueron multados.


Los piratas y los camiones se avisaban picando las luces, si estaba la fuerza pública en la carretera.


Los pasajeros estaban prevenidos que si los paraba la Guardia Civil, les dijeran que iban invitados, sin pagar, o cualquier otra mentira para salir del paso.


Una vez viajábamos en el pirata de Juanito Afonso y como las maletas estaban colocadas en un maletero exterior trasero, se cayó la de mi madre y no la pudimos recuperar. A prisa y corriendo tuvimos que comprar lo imprescindible para poder seguir con lo que que nos había llevado a la ciiudad.


Era una delicia poder viajar en los piratas, íbamos seis o siete pasajeros, todos conocidos, por lo que se nos pasaban las poco más de dos horas de camino en amigable charla.

jueves, 25 de septiembre de 2008

La Aldea de San Nicolás, pueblo de difícil acceso


Gran Canaria. La Aldea de San Nicolás, al oeste de la isla.

La Aldea era un pueblo de difícil acceso. En tiempos de mis padres tenían que tomar un barquillo que los trasladara hasta el vecino pueblo de Agaete. Otros hacían el recorrido a pie, subiendo hasta Cueva Grande y desde allí bajaban hasta El Risco de Agaete.

En aquellos tiempos muchos iban a la vecina isla de Tenerife a hacer sus compras, pues les era más fácil ese trayecto en barco que a Las Palmas de Gran Canaria.

De pequeño recuerdo ir en un camión con mi madre, conducido por Juanito Afonso, que transportaba tomates hasta el Puerto de la Luz y de Las Palmas. Subíamos por la pista de tierra que unía El Cruce con la zona de El Mirador, dicha carretera se cortaba cada vez que corría el barranco.

Poco después construyeron una pista bordeando la cadena montañosa, desde la playa. Para salvar el cauce del barranco construyeron un puente, el cual no duró mucho por los embates de las aguas, hasta que finalmente hicieron uno "como Dios manda".

Al principio se utilizaban coches particulares que hacían de transporte público, pero sin licencia, los famosos "piratas", los cuales eran muy perseguidos por la Guardia Civil.

Luego se abrió la línea de los "coches de hora" de A.I.C.A.S.A, de la Compañía Melián, los cuales tardaban 4 horas en llegar a la ciudad, pues hacían muchas paradas.

Por el sur había que subir hasta Artejeves, para tomar luego las degolladas de Tasartico, Tasarte, y Veneguera, hasta llegar a Mogán. Era una carretera estrecha, sin protección y con abismos impresionantes, desde Arteves hasta la degollada de Tasartico.

Recuerdo de pequeño ir en el coche de don Juan Márquez, mi maestro, y con su familia, por el sur hasta la capital. En lo alto de la carretera de Mogán nos encontramos con otro vehículo que venía de frente y mi padre tuvo que dar marcha atrás un largo tramo, pues no cabían dos coches. Todos se bajaron, menos yo, porque había un enorme precipicio y era peligroso.

Por el centro hay otra conexión, por la carretera de las presas, hasta llegar a Artenara, luego se baja o por San Mateo, o por Valleseco. Es una carretera para ir despacio y disfrutar del maravilloso paisaje.

martes, 23 de septiembre de 2008

Pepe Cañadulce, otro personaje entrañable


José Santana Castro, junto con Lolita Pluma y con Andrés el Ratón, fue uno de los entrañables personajes de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Recuerdo, siendo pequeño, cuando nos íbamos a examinar por libres al instituto de Enseñanza Media Pérez Galdós, ver por las calles, pregonando distintos acontecimientos, como actuaciones de circo, de deportes, verbenas y otros, megáfono en mano, como una especie de fonil de latón, con una buena abertura para colocar su boca Pepe Cañadulce.

Recuerdo que era alto y delgado y en las comisuras de sus labios se pegaban como chicle, la saliva seca de su esfuerzo pregonero.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Mis primeros recuerdos en la ciudad.

Estatua homenaje a Lolita Pluma

En los primeros tiempos en que nos íbamos a examinar a la capital, tomábamos la guagua, el autobus, para desplazarnos. El valor del trayecto dependía de la distancia, podía ser de 60, 70 u 80 céntimos de peseta, que era la unidad monetaria por aquellos viejos tiempos.

Una vez quisimos ir al Parque Santa Catalina y pagamos 70 cts. por error. Cuando llegamos a la playa de Las Alcaravaneras, el cobrador nos interpeló:

-Muchachos, se tienen que bajar. Si quieren seguir, deben pagar de nuevo.

Y como nosotros no queríamos abonar otro billete, nos bajamos. Estuvimos caminando una eternidad, parecía que no íbamos a llegar.

En el parque Santa Catalina conocimos a un personaje muy popular que ha quedado casi como un mito en la ciudad, a Lolita Pluma.


Andres el Ratón

Y en nuestros paseos por Triana conocimos a otro personaje no menos popular que la anterior, a Andrés el Ratón. Un señor enorme que siempre iba adornado con innumerables medallas.

La zona de Triana, pasando por el Puente de Palo y por el de Piedra, ya desaparecidos desde hace muchos años, hasta llegar a la catedral y la Plaza de Sta. Ana, era nuestro trayecto preferido para pasear.


viernes, 19 de septiembre de 2008

Primeros partidos de fútbol

Foto de Google


En mi infancia fui realmente feliz.

Tuve unos padres amorosos y unos hermanos encantadores.

En la escuela era un niño normal y me divertía mucho jugando al fútbol con mis amigos.

Cuando salía de la escuela, tiraba la maleta detrás de la puerta de mi casa y me iba a jugar al fútbol.

Los primeros partidos que jugamos fueron contra los equipos de La Ladera y Barranquillo Hondo. Estos tenían lugar cuando había algún acontecimiento religioso, cuando había catequesis o iba el Obispo o cualquier otra autoridad. Eran los únicos momentos que nos podíamos reunir. Recuerdo que cada uno aportaba una cantidad de dinero y apostábamos, ganaba la apuesta el ganador del partido, Recuerdo que reuníamos hasta medio duro. Algunas veces fabricábamos una copa con los deshechos de los bombillos, con un carrete donde se enrollaba el hilo de coser y todo eso se forraba con platina.

¡Son recuerdos inolvidables!



miércoles, 17 de septiembre de 2008

Primer viaje a la ciudad para examinarnos

El colegio Sagado Corazón fue fundado por don Paco León, el médico, la Srta. Carmen Afonso y don Federico Rodríguez Gil. La primera sede fue el Ayuntamiento.

Yo estuve en la escuela de don Juan Márquez hasta los 9 años. A los pocos meses pasamos el examen de Ingreso al Bachiller, examen realizado en el mismo colegio, puesto que el Tribunal examinador se trasladó desde la ciudad a tal efecto.

A los once años tuvimos que trasladarnos a la capital, Las Palmas de Gran Canaria, para pasar el examen de Primero de bachiller.

Todos éramos amigos del colegio, pero yo iba para todos lados con mi amigo Paquito el de Ciso.

Fue todo una fiesta, pues teníamos que viajar los alumnos solos. Mi madre me mandó a la barbería de Antonio para ir bien peladito y me compró ropa nueva.

Tomamos uno de los piratas, el de Paco Matoña o el de Juanito Afonso, y nos alojamos en la pensión Juan Frangollo, un señor aledeano, apellidado Ojeda, situada en la calle Pedro de Vera, cerca de Camino Nuevo. Otros se hospedaban en la de Paquito.

El recorrido para ir al Instituto Tomás Morales, o al Pérez Galdós, siempre era el mismo. Subíamos por Bravo Murillo y tomábamos la calle Tomás Morales.

Cerca de la pensión desayunábamos en la cafetería Los Angeles que hacían unos churros muy ricos.

También paseábamos por la calle Triana, que no era peatonal por aquellos tiempos. Llegábamos hasta Vegueta, cruzando el Puente de Palo, muy cerca se encontraba el Puente de Piedra, la Catedral y la Plaza de Santa Ana, con los perros que tanto nos llamaban la atención.

Todo nos parecía extraordinario.

Son recuerdos imborrables.

¡Qué tiempos aquéllos, tan hermosos!

lunes, 15 de septiembre de 2008

La Aldea, Recuerdos de niño


En la vida hay momentos alegres y momentos tristes. Los hay que se olvidan, que están en lo más profundo de nuestra mente, y otros que quedan muy presentes, por algún motivo desconocido.

La muerte está muy presente en nuestra vida. Mueren personas de nuestra familia, amigos y conocidos. Algunos tienen trascendencia personal, por el grado de cercanía o afecto, y otros, por algún extraño motivo, también quedan en nuestra memoria.

Recuerdo siendo pequeño el fallecimiento de mi prima Ángeles, pues hacía poco que habíamos jugado juntos.
El que más impresionó fue el fallecimiento de Nicolás Álamo. Era una tarde fría y lluviosa de invierno cuando se accidentó mortalmente en la presa de El Caidero de la Niña, que estaba en construcción.

Era de noche y su padre, José, pasó por delante de mi casa llorando y exclamando: "Mi hijo está mataíto". Yo pasé mucho miedo y tristeza, pues se unió el dolor de la muerte con la oscuridad de la noche, la lluvia y el frío. Yo me fui a acurrucar a mi cama, tapado con una manta.

Este caso es sobre el padre de un amigo. Una tarde de marzo, en plena zafra, estábamos participando de una "guerra de tomates" en La Placeta, cerca del almacén de Manuel Ruiz, donde estaba la antigua y hermosa plaza, y en una de éstas lancé uno con todas mis fuerzas y fue a darle a Nicolás Armás, padre, un señor muy alto y delgado. Mucho fue mi miedo de haberle causado daño. Él se comportó como un caballero y ni me llamó la atención. De todas formas yo me disculpé. Poco tiempo después falleció.

Otro que quedó en mi recuerdo, fue el chófer de un camión de Pepito Franco, a quien llamaban Perico. A la salida de la escuela de pago de don Federico, yo le había hecho algo a su hijo Fico y éste se quejó a su padre. Entonces el señor salió corriendo detrás de mí. Pensé que a mí, al ser bastante rápido, no me cogería, pero craso error, con tres zancadas me atrapó y me llamó la atención. Poco después, falleció este señor.

Y, por último, un chico del pueblo que era muy inteligente, un estudiante brillante, conocido por Pedro el de Tila, estaba estudiando en La Universidad de La Laguna la carrera de Química. En una de sus vacaciones en La Aldea estuvimos jugando al fútbol en el estadio de Los Cascajos y hablamos sobre los estudios y de otros asuntos de la vida. Al poco tiempo tuvo un accidente y falleció.

Siempre he tenido a estas personas, que Dios las tenga en su seno, en mi memoria. Espero que esto me sirva de catarsis y pueda librarme de tenerlos tan presentes en mi pensamiento.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Fiesta de El Charco, La Aldea de San Nicolás

Vista panorámica de El Charco, antes de que el alcalde tirara el volador dando inicio a la Fiesta..

La Aldea de San Nicolás

15.000 se remojaron en El Charco



Al final, los amantes del remojón anual en El Charco dieron la razón al alcalde aldeano, Tomás Pérez, quien había sostenido los días previos que pese a caer este año la fiesta entre semana, la afluencia iba a ser grande en un día que se presentó sin sol, con cielo entoldado, ligera lluvia a ratos y con 15.000 personas en la costa.
El rito de todos los años se cumplió ayer en La Aldea de San Nicolás sin más variantes con respecto a ediciones anteriores que la ausencia del sol, aunque el día se presentó bochornoso, con una temperatura en torno a los 25-27 grados y con la fugaz aparición de goterones de lluvia que no empañó la brillantez de una fiesta que volvió a registrar una catarsis colectiva, con la asistencia de unas 15.000 personas, según los datos proporcionados por Protección Civil y Policía Local de La Aldea de San Nicolás. Se pesca la rica lisa con las manos o con cestas.
Desde muy temprano, los aldeanos, los que habitualmente residen en el valle y los muchos que suelen subir todos los años a compartir la fiesta, empezaron desde primeras horas del día a bajar hacia la playa, ocupando sitio bajo los tarajales del parque Rubén Díaz y poniendo en marcha unos tenderetes que alcanzaron su apogeo a primeras horas de la tarde, después del baile amenizado por la Banda de Agaete en el muelle y antes de que sonara el volador que indicara el momento del remojón en las aguas de El Charco.
Algunos adobaron la espera con un asadero de lapas cuyos efluvios impregnaban medio parque y repartían viandas entre los más rezagados. Rondallas, parrandas o, simplemente, grupos de amigos rasgueaban las guitarras y timples y ponían sonido a una tarde que avanzaba hacia las cinco, la hora emblemática del aviso para el baño.
Estos jóvenes tuvieron suerte de pescar una rica lisa.
El apogeo del rito tuvo una intensidad de media hora larga, mientras en la orilla la Banda de Agaete no cesaba en sus sones de «canarios somos, canarios seremos». Al final, del barrizal emergieron los últimos entusiastas de una fiesta que se celebró con absoluta normalidad.


Periódico Canarias7
Fotos de archivo






martes, 9 de septiembre de 2008

La Aldea de San Nicolás, su situación geográfica en Gran Canaria

Pueden picar sobre el mapa con el cursor para ampliarlo.

La Aldea de San Nicolás, hasta 2005 llamado San Nicolás de Tolentino, se encuentra situado al oeste de la isla.
Pueden observar las tres rutas de que se dispone para acceder al pueblo desde la capital, Las Palmas de Gran Canaria.

Tiene una superficie de 139 km2. La población asciende a unos 8000 habitantes. La altitud del centro del municipio es de 33 m y su altura máxima es La Inagua, 1.300 m.

En los años 60 la población logró superar los 10.000 habitantes en tiempos de la zafra de tomates.


La Aldea de San Nicolás, Gran Canaria, España

La Aldea de San Nicolás es un pueblo situado al oeste de la isla de Gran Canaria, a 71 km de la capital, Las Palmas de Gran Canaria.
Para llegar al pueblo se pueden tomar tres rutas:
1. Por el norte, bordeando las costas norte y oeste, se tarda una hora y media por lo escarpado del terreno y sus inumerables vueltas.
2. Por el centro, por Artenara y Tejeda, bajando por la carretera de las presas.
Y 3. Por el sur, bordeando la costa este, siguiendo por Mogán y Veneguera.
Barrios de La Aldea de San Nicolás, núcleos de población, o lugares de recuerdos:
Artejévez,
Barranquillo Hondo,
La Plaza,
La Placeta
Castañeta,
Cercadillos,
El Albercón,
El Barrio
El Cruce,
El Hoyo,
El Pinillo,
El Polvorín,
El Ribanzo,
El Taharalillo,
Jerez,
La Cardonera,
La Cruz,
La Hoyita,
La Ladera,
La Playa,
Ladera del Palomar,
Las Marciegas,
Las Tabladas,
Lomo del Carmen,
Los Cardones,
Los Caserones,
Los Cercadillos,
Los Espinos,
Los Pasitos,
Mederos,
Molino de Agua,
Molino de Viento,
Pino Gordo
Tasarte,
Tasartico
Tocodomán.

Fiestas de La Aldea - Fiesta de El Charco

Fiestas de la Aldea - P´al Charco (1ra. Parte)




Los aldeanos y forasteros se dirigen al Muelle, bailando y cantando (11 de septiembre)

El día 10 se celebra la Festividad del Patrono, San Nicolás.

Antes de las fiestas todos pintan sus casas y se compran nuevas ropas para estrenarlas el día de San Nicolás

El día del Patrono, por la mañana, los aldeanos van a la Misa Mayor.

A las 4 de la tarde tiene lugar un encuentro de fútbol entre el representativo del pueblo y un equipo de solera de la isla. En mis tiempos se invitaba al equipo filial de la Unión Deportiva Las Palmas, el Aficionado, o al Agaete, con el cual siempre hemos mantenido una gran rivalidad. Muchos años jugué en el equipo de mi pueblo, por lo tanto recuerdo muy bien las emociones que sentíamos al jugar ese día.

A continuación tenía lugar las ofrendas.

Por la noche tiene lugar la verbena de amanecida.

Una vez que se termina la verbena, todos nos dirigimos hacia la playa caminando.

Por el mediodía, acompañados de la Banda de Agaete, nos vamos hacia el Muelle, cantando y bailando con los brazos en alto. La música no nos deja parar hasta las tres de la tarde en que nos vamos hacia El Charco.

Fiestas en mi pueblo - Bajada de la rama



Aldea de San Nicolás, Gran Canaria, Islas Canarias, España.

La Bajada de la rama se celebra el día 9 de septiembre.

Este video se tomó en el 2007, en el momento de empezar, que es cuando menos animación hay, pues muchos se van uniendo a la fiesta por el camino, pues suele empezar muy temprano y aprieta el calor.

Acompañados por la Banda de Agaete que con sus ritmos nos hacen bailar a todos, empieza la Bajada de la rama a las 4 ó 5 de la tarde. No faltan los Gigantes y Cabezudos (Papagüev@s)para asombro y miedo de los más pequeños.

Se empieza en el Almacén de los picos y a lo largo del pueblo se canta y se baila, animados por la música y unas copitas.

Terminan en el Almacén rojo, en Los Espinos, ya de noche.

En esta fiesta se mezclan aldeanos con forasteros, distintas clases sociales, religiones, ideologías, todos juntos al ritmo que marcan los músicos.

Delante de la banda se colocan los miles de participantes activos, los que bailan.

Detrás, los que acompañan observando y tarareando la música, principalmente gente mayor, acompañados de niños más pequeños.

La vestimenta es la de diario, nunca disfrazados o con equipajes extraños.

Luego una buena ducha, una cena reparadora y preparados para la verbena de amanecida.

¡Empiezan las fiestas del pueblo de La Aldea de San Nicolás!

Conoce Canarias - Islas Canarias - Vivo en un archipielago

Penny Lane - The Beatles


Penny Lane

Author: Paul McCartney; Lead vocal: Paul McCartney

In Penny Lane there is a barber showing photographs
Of every head he's had the pleasure to know.
And all the people that come and go
Stop and say hello.

On the corner is a banker with a motorcar,
The little children laugh at him behind his back.
And the banker never wears a mack
In the pouring rain, very strange.

Penny Lane is in my ears and in my eyes.
There beneath the blue suburban skies
I sit, and meanwhile back

In penny Lane there is a fireman with an hourglass
And in his pocket is a portrait of the Queen.
He likes to keep his fire engine clean,
It's a clean machine.

Penny Lane is in my ears and in my eyes.
A four of fish and finger pies
In summer, meanwhile back

Behind the shelter in the middle of a roundabout
The pretty nurse is selling poppies from a tray
And tho' she feels as if she's in a play
She is anyway.

In Penny Lane the barber shaves another customer,
We see the banker sitting waiting for a trim.
And then the fireman rushes in
From the pouring rain, very strange.

Penny lane is in my ears and in my eyes.
There beneath the blue suburban skies
I sit, and meanwhile back.
Penny lane is in my ears and in my eyes.
There beneath the blue suburban skies,
Penny Lane.

María Dolores Pradera - La Flor de la Canela



Conocí a María Dolores Pradera hace 36 años, desde entonces estoy enamorado de su voz. Cada vez canta mejor, será su expeiencia o el amor que le tengo.

En memoria de José Antonio Ramos, timplista canario


MESTISAY: FOLIAS - MESTISAY, TOTOYO, JOSÉ ANTONIO RAMOS

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¿Donde encontraran mis manos el timple que despunte estrellas y cometas?. ¿donde corretearan las ilusiones de amores bajo la luna inquieta?. Lloren las tabaibas ,los cardones y las ñameras.se fue jose antonio ,como el viento en las palmeras. Con su timple bajo el brazo se marcho un isleño,lloren las chacaras gima el tambor herreño. Toca suave que los angeles duermen quietitos, en las noches serenas al borde del infinito. Las isas y los malagueñas lloran lagrimas de oscuro ifierno, ya no esta el mas grande templando los dias de invierno. Las morenas y los peces se asoman a las orillas,¿quien nos arrullara con el timple mientras la luna brilla?. Mirad al cielo canarios buenos ,dacio ferrera y jose antonio cantan al borde de un lucero. ¿Donde escarbaran mis manos para encontrar la ilusion?, si se desgarro para siempre un trocito del corazon. Toca el timple bien alto para que vuele el bailador,canario siempre grande, adios, adios a tu timple de amor.
Jesús - Canarias7

Haigas


Un atardecer
regalo del Creador
sonríe el alma

Gracias por los regalos


María Angélica, te agradezco los regalos que me has concedido. Es un honor que figuren en la portada de este blog.
Asimismo, agradezco los regalos de todos los que me visitan, especialmente a los que me pongan algún post.
También agradezco a todos aquellos que me iluminan con sus palabras, con sus gestos, con sus miradas. Me llegan al alma y elevan mi espíritu.
Nuestro universo también nos ofrece cada día innumerables regalos, como puestas de sol, amaneceres, montañas, lagos, ríos, desiertos, bosques, flora, fauna.
Sobre todo, le doy gracias a Dios por regalarnos la vida.
A todos, gracias.

Imagine, John Lennon