domingo, 23 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD Y FELIZ Y ESPERANZADOR AÑO 2013


          FELIZ NAVIDAD Y FELIZ Y ESPERANZADOR AÑO 2013


Queridos amigos aldeanos y visitantes del blog La Aldea de Juan Antonio:
Éste es tiempo de reflexión, de hacer balance de este año que acaba y, al mismo tiempo, es momento de tomar conciencia de que estamos aquí, agradecidos y esperanzados del nuevo tiempo que nos toca vivir. Gracias por SER y por ESTAR.

En la esperanzadora Era de Acuario
llega nueva luz a nuestros corazones
que lo llenan de paz y de amor,
de compasión y fraternidad.
Tenemos alegría y gozo al compartir
esta nueva luz radiante
que se extiende por todo el universo
transmutando las penas y decepciones de la vida
en esperanza y fe en el amor incondicional
que nos alienta a seguir el camino
para llegar a nuestra Divinidad.

Les deseo FELIZ NAVIDAD, y que disfruten de cada minuto, durante el 2013, conscientes de que es un Regalo del Creador. Y que cada experiencia, positiva o no, es elegida por nuestra alma para evolucionar.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Tengo 6 años. ¡Qué bonita es mi vida!



Desde hace algunos días que mi Niño Interior, de unos 4 ó 6 años, se dirigía a mí insistentemente para que le dejara contar algo de su vida, tras ver esta foto.

Al principio yo estaba un poco remiso de dejarle hacer esto, aunque es verdad que últimamente he hablado mucho con él, le he hecho cariñitos, he jugado y nos hemos divertido juntos. Llegado a este punto le dije: Ponte en mi lugar que te dejaré tranquilo hasta que termines. No te interrumpiré, ni pienso corregir ni una coma, tú sabes que los mayores creemos que somos perfectos y que todo lo sabemos. Ya lo sé, contestó él.

Hola, soy Juan Antonio, tengo unos 6 años y vivo en La Aldea, la calle es General Franco, número 43. Mis padres son Antoñito Quintana y Purita, son muy buenos con nosotros, conmigo y con mis otros 4 hermanos: María Luisa, Mary Cruz, Octavio y Mency, que acaba de nacer, y con mi primo Antonio, que también vive con nosotros. También viven en la casa mis abuelos Juan y Eloisita.
En la puerta que se ve en la foto hay un garaje donde siempre estoy jugando a la pelota con mis amigos Juanito el de Yoyo, Gustavo y otros. Me gusta mucho jugar al fútbol, también jugamos en la calle y en el campo de fútbol que está al lado de la Sociedad.

Al lado del garaje hay un callejón por donde se va a Los Cascajos. Allí voy a jugar con mis amigos. Hay muchas fincas, y por las orillas hay cañas muy altas. Me encanta correr por los caminitos entre
los distintos trozos de terreno, alguna vez llevo un carrito que me hizo mi padre, con latas, cañas y trozos de madera. Cuando es hora de almorzar, o ya está oscureciendo, mi abuelita nos llama con su característico silbo a través del postigo de la cocina.

A mi edad ya me he llevado disgustos muy grandes, el primero fue cuando se ahogó mi prima querida, Ángeles Sosa, hija de Yoyo, y otro fue cuando murió en la presa el hijo de José Álamo, Nicolás. Me asusté mucho cuando pasó el padre llorando la muerte de su hijo en una tarde lluviosa.  Creo que durante bastante tiempo estuve soñando por esos hechos.

Casi frente de mi casa hay una finca muy grande, hay palmeras altas, se hacen las hogueras de San Juan, jugamos a la escondida. He escuchado que van a construir el Cine Nuevo ahí. Yo me pregunto dónde vamos a hacer todas las cosas  que solemos hacer allí. Al lado está el Ayuntamiento, veo que entran y sale mucha gente durante todo el día. La verdad es que no sé que van a hacer en ese edificio.

Soy muy feliz, tengo una familia que me quiere mucho, amigos con los que jugar. Mi madre me dice que pronto empiezo a ir a la escuela de don Juan Márquez. Él es vecino mío, padre de Fita y de Eldita. Junto a mi casa vive Velázquez, con Isabelita y Pacuco. Don Juan también es `practicante y nos pone las inyecciones.

Me gusta cuando mi padre nos lleva a la playa por El Roque a almorzar al lado de los impresionantes riscos. Vamos en la camioneta y estamos siempre bien acompañados de vecinos y familiares con sus hijos. El agua está fresquita, nos mojamos los pies, las manos y poco más, pues tengo miedo de las olas. Comemos bocadillos de sardinas, de tortilla y fruta. Mi padre siempre lleva un balde de tunos que va partiendo y dándole a todos una vez pelados.

Por hoy no voy a contar nada más, pues estoy cansado, pero otro día seguiré con otras cosas. Espero que el señor mayor, que dice ser Mi Yo Interior, me permita seguir.