domingo, 14 de diciembre de 2008

Vamos a la playa

Al fondo El Roque, al final de la playa hay una cueva donde siempre nos situábamos.

En verano mi padre nos solía llevar a la playa con su camioneta, que usaba para recoger los tomates de las fincas y llevarlos al almacén. Nada más saberse que él preparaba el viaje, invitábamos a algunos primos, amigos y vecinos.

Siempre nos situábamos por la zona de El Roque. Llevábamos bocadillos de tortilla, de queso y de sardinas en conserva, en aceite o en tomate.
Almorzábamos en la sombra del gigante roque. Luego, mientras los mayores descansaban o charlaban, nosotros jugábamos en la orilla de la playa o en el agua.

Cerca de El Roque se había establecido una Destilería de ron que llamábamos el Alambique, de los Rodríguez Quintana. Fabricaban un ron de alta calidad.
Una vez habían arrojado los restos de la caña de azúcar, después de haber extraido el jugo, al camino por donde pasaba la camioneta. Con la fermentación de los restos desprendía un mal olor impresionante, de tal forma que todos los chiquillos, con los dedos tapándonos la nariz, empezamos a cantar:

- Fo, fo y siempre fo.
- Fo, fo y siempre fo.
- Fo, fo y siempre fo.

De esta forma llegamos cantando la canción hasta el pueblo debido al mal olor, pues se habían quedado restos en las ruedas.
Durante muchos años, cuando había algún mal olor siempre cantábamos la misma canción, recordando aquella situación que, después de todo, fue divertida.
-
La foto me la regaló mi amigo Paquito.
.

14 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

Esos tiernos recuerdos de tu rica infancia, nos pintan el alma cada día. Gracias Juan!!
FO, FO....qué maravilla tu historia de vida. Siempre está vivo el niño en ti y te acompaña en esta vida. Tus riquezas intangibles, tu tesoro mas bello.
Un abrazo amigo

Unknown dijo...

hola juan!!!!

hermosos recuerdos de la infancia, que me llevan también a recordar los míos........
gracias por compartirlos con nosotros...es una forma de conocernos un poco más
gracias querido amigo!!!!!!!!!

toñi dijo...

Esos recuerdos siempre son muy bonitos, te hacen sentirte otra vez un niño. Un beso

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Juan...

Muy bonitos recuerdos de la ninez, aquellos divertidos paseos familiares nunca se olvidan.

Mi padre nos llevaba a la rilla del río que pasa muy cerca del pueblo y alli preparabamos el almuezo y nos dabamos buenos chapuzones.

Un saludo.

maracuyá dijo...

ay...que no daría por escucharte cantar el fo-fo!!! Hermoso recuerdo Juan. Un beso lindo

Carmen dijo...

Qué hermosos son los recuerdos de la infancia.
Yo, de vez en cuando, también me pongo nostálgica y me vienen bellos recuerdos de mi niñez.

Besos!!

Natacha dijo...

Todos tenemos recuerdos divertidos, jajaja. Debemos sacarlos fuera de vez en cuando, ¿gusta hacerlo verdad?
Un beso y gracias por compartirlo, cielo.
Natacha.

Juan Antonio dijo...

Nerina
Adrsol
Toñi
Rafael
Mara y Cuyá
Carmen
Natacha

La visita de ustedes es una caricia para el alma.
Igual que recordar aquellos lejanos momentos de nuestra niñez que quedaron grabados en nuestra mente, y que ahora nos divierten tanto y nos parecen tan tiernos.

Un abrazo.

Maripaz dijo...

Juan, describes tan bien, cada momento y circunstancia que me ha entrado un apetito tremendo , al leer lo de tus bocadillos ...jajaja

Gracias por contarnos tus recuerdos

Un beso

Marysol Salval dijo...

Es muy bonito recordar las anécdotas de nuestra infancia, tú tienes una manera muy bonita de expresarlas. La caña de azucar la recuerdo muy bien, sólia masticarla cuando niña, su dulce sabor aun está en mi memoria y en mis papilas : )
Un beso dulcesito para ti.

La Gata Coqueta dijo...

¿Por que los recuerdos de niño segun somos adultos, los tenemos más presenes?

Es una cosa que me pregunto de muy continuamente...

Por otra parte, segun lo comentas lo vivo cada vez qe me acerco por mi amada Fuerteventura, las cosas parecen que cambian pero segun donde.

La camioneta con tomate o platanos para llevarlos a la Cooperativa siguen el mismo proceso y por cierto, siempre estan bastantes sucias por el plvo reinante.

Pero eso son pequeñas niñerias, las playas son unicas, el clima también y las gentes que las habitan son excepcionales, con lo cual ya esta todo dicho.

Solo me queda a puntar una salvedad...

¿Quien pudiese volver a ser niño otra vez?

Para así conformarse con pequeñas grandes cosas.

Un fuerte abrazo y hasta otro momento, tan grato como este.

Anónimo dijo...

Hola Juan Antonio: Estas Canarias tienen ese don de brindar un día de playa en invierno. Ni te imaginas la cantidad de gente que aprovechó el solito del mediodía en las canteras
Un abrazo

La Gata Coqueta dijo...

Aquí estoy otra vez a felicitarte las fiestas en compañía de los seres queridos con paz y mucho amor y buena armonía.

Y cuento seguir pasando por aquí dando la vara el próximo año si Dios quiere.

Ya se donde estas pero llevas Canarias muy dentro como nativo y no se nota en nada que no estas viviendao en ellas.
En todo lo que xpones es como si estuvieses a su lado en todo momento.

Un abrazo muy muy fuerte.

Juan Antonio dijo...

Maripaz
Marysol
La Gata Coqueta
Faladomi

Queridas amigas bloggeras, cuánto me alegrean sus palabras y su cariño.
Los recuerdos de mi infancia estaban en un rinconcito de mi alma y es un placer recuperarlos y compartirlos con ustedes.

Un abrazo y Feliz Navidad.