viernes, 8 de enero de 2010

La Aldea de San Nicolás. Historias cuando se pueden contar

Último temporal en Tasarte, Aldea de San Nicolás. (Foto de cabecera: Fernando Ojeda, Canarias7)

Las historias, cuando se cuentan, es que ha habido suerte para contarlas. Recapitulamos y precisamos algunos acontecimientos relacionados por la pérdida de vidas humanas.


Los temporales a lo largo de la historia han causado grandes destrozos y algunas pérdidas de vida. Suerte hubo ayer en Tasarte frente al suceso de 13 noviembre de 1843, cuando a los dos niños de María Viera les sorprendió un fuerte temporal en medio del barranco principal, a la altura de La Posteragua. Se guarecieron, les decía, en una piedra del mismo barranco sin percatarse de la riada que llegó al poco rato, y los arrastró, ocasionándoles la muerte. Uno de ellos, Juan Viera, de 10 años, según el registro parroquial se encontró ahogado en la playa; el otro no aparece en dicha inscripción, por lo que debió desaparecer o bien se omitió su registro. Lo cierto es que el caso se mantiene en la tradición oral y hasta hace poco tiempo subsistía, en la misma orilla de este barranco, en la Cueva del Almácigo, la cruz recordatorio.


Poco después, el 13 de diciembre de 1859, las aguas del barranco de La Aldea arrastran a Cristóbal Godoy Gil, cuyo cuerpo fue encontrado.

Y la mayor tragedia ocasionada por un aluvión tuvo lugar en Tejeda el 30 de noviembre de 1946, que arrasó con una casa de familia muriendo seis de sus miembros, tres de los cuales fueron encontrados en La Aldea, caso que se estudiará más adelante.

Otra historia es la de daños materiales en fincas y casas por riadas de nuestros barrancos o la de estar nuestro municipio más de una semana incomunicado, en tiempo de zafra, sin poder sacar hacia el Puerto de La Luz la producción tomatera. Todo no se puede contar de una vez.

En La Aldea de San Nicolás a 22 de diciembre de 2009.

Autor: Francisco Suárez Moreno. Cronista oficial de La Aldea de San Nicolás.

Ha publicado muchos libros entre los que destaca "El pleito de La Aldea: 300 años de lucha por la propiedad de la tierra."

Artículo publicado en ARTEVIRGO:

6 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Juan:

La naturaleza que es impredecible, pero a veces nos da la oportunidad de poder contar la historia.

Si no estoy mal, el 22 de diciembre pasado hubo otro temporal, vi la noticia TVE.

Abrazos.

Maripaz dijo...

Uf, la naturaleza cuando se pone brava, me da mucho miedo...

Es impresionante los destrozos que puede ocasionar y la de vidas humanas que se cóbra.

Un abrazo

Unknown dijo...

terrible lo que cuentas!!
igual que aquí...
creo que la naturaleza se está sublevando..
el hombre no la cuida, no la protege y pienso que ahora están las consecuencias!
al menos por aquí, ya que jamás han pasado las cosas que pasan por estos días..

un fuerte abrazo, querido amigo..
mis mejores deseos para tí!!

maracuyá dijo...

Qué tristes hechos, Juan...parece que en todas las latitudes la naturaleza está haciendo advertencias, y los que deberían oírlas no lo hacen.

Un beso

La Gata Coqueta dijo...

Llover llueve pocas veces pero cuando lo hace es con una fuerza devastadora, a mi no me ha tocado estar para ver los barrancos pasar con una fuerza brutal que arrastran todo lo que tocan por la fuerza del agua.

Lo que si he visto varias veces es la charca llena dentro de la finca de 4.000 metros de superficie estar llena porque desembocan dos mini barrancos en ella, agua que luego se usa para el riego de los frutales y olivos sin falta de desalinizar la de los pozos.

Un abrazo amigo y hasta la próxima.

Marí

RosaMaría dijo...

Qué lamantable ver estos desastres naturales. Lo curioso es que la gente se rehace y vuelve a sus hogares sin pensar que esto pasará nuevamente.
Por aquí tenemos en estos días muchos desastres similares donde la protagonista es el agua que sepulta todo a casi 2 metros de altura.
Mi solidaridad para todos los que están en condiciones parecidas.
Un abrazo