martes, 3 de marzo de 2009

Nuestros juegos infantiles


¡Cuánto disfruté cuando niño!

Me pasaba la mayor parte del tiempo jugando y tuve la suerte de tener unos padres maravillosos. Eran personas de paz y de amor, por lo tanto, en nuestra casa reinaba la armonía.

Yo estaba loco por el balón. Siempre que podía, que era casi todo el tiempo, jugaba al fútbol. Parecía que estaba en la gloria cuando jugaba partidos o simplemente acariciaba el esférico como si fuese el más preciado tesoro.

Quería emular a Di Stéfano, a Puskas, a Gento, a Kopa...Jugadores del Real Madrid que se paseaban por el Viejo Continente ganando Copas de Europa.

En las tardes que no practicaba fútbol, me reunía con los amigos para jugar al trompo, o peonza. Recuerdo cuando teníamos que recorrer una distancia golpeando con nuestro trompo a otro hasta llegar a la meta. En el recorrido había que salvar profundos charcos, hoyos o pistas polvorientas. Son recuerdos que quedan en el cerebro para siempre.

Otras veces llegaba el tiempo de levantar estampas o cromos, con la palma de la mano.

También jugábamos a la laja de piedra, que lanzábamos hacia un pivote, llamado tángara, que se encontraba a una cierta distancia. Sobre él colocábamos estampas, monedas u otros objetos, y el que quedara con su laja más próxima a ellos sería el ganador.

Por la noche nos gustaba jugar al escondite. Era curioso cómo había niños que podían permanecer mucho tiempo escondidos encima de un árbol o daban una increíble vuelta, para luego aparecer por el lugar menos esperado.

Un juego que me encantaba consistía en hacer un círculo en el que se encontraba una pelota en el centro. Cada uno de los niños había elegido un equipo de fútbol y nos colocábamos al borde del círculo. Al ser nombrado, teníamos que coger la pelota y lanzarla contra alguien que corría para evitar el pelotazo.

Se escuchaba:

-Bayer Munich- y salía a recoger la pelota el niño que había tomado el nombre de ese equipo.

-Real Madrid- y partía raudo otro para intentar darle a algún compañero.

-Oporto...Pum...¡Ah, qué pena, no le di!

Había que golpear a alguien con la pelota para conseguir un punto y los otros evitar que les alcanzaran.

En el juego no se escuchaba que jugaran Pepe, Juan o Andrés. Sólo los nombres de los equipos, conocidos en aquellos tiempos por jugar en la Copa de Europa.

Otro juego divertido era "la cogida" que nosotros llamábamos "carabina", que consistía en que se quedaba uno para ir cogiendo a los demás. El que fuera tocado quedaba eliminado.

Muchos otros juegos aún permanecen en nuestra retina y en nuestro corazón, así como aquellos amigos que nos acompañaron en tan deliciosa época.

11 comentarios:

Nerina Thomas dijo...

En esa cajita de tus recuerdos se destacan todos ellos. En esa infancia tan cálida que atesoraste y que hoy nos compartes y al hacerlo le vuelves a ponerle vida.
Estoy orgullosa de contar con ellas!!
una buena jornada amigo!!

Unknown dijo...

hermosos recuerdos traes a tu memoria.
lo mejor que puede pasarle al hombre es tener una bella niñez, ya que lo marcará para el resto de su vida.
gracias también por hacerme conocer algunos juegos que no conocía.
nosotros cuando niños nos juntábamos a jugar al escondite, como dices, tú....aquí es la escondida.
a la mancha,la rayuela y a la mamá, por supuesto.....jajajaa

un gran abrazo, amigo

Anónimo dijo...

Yo le daba más al trompo (cuando era la época), me encantaba el dominio que podía tener sobre algo tan inestable, "mágico" y lúdico. La "caldereta" era la modalidad a la que yo le tenía más afición a la hora de jugarme los trompos.

El juego de "carabina" y el de "virgo" estaban también entre mis preferidos. Mi febril imaginación a la hora de buscar escondite me buscaba, a veces, problemas, podía contorsionarme en los lugares más inverosímiles y en muchas ocasiones quedaba atascado por enfriamiento e inmovilidad.

Un abrazo aldeano de Enrique García Valencia.

maracuyá dijo...

Me has hecho recordar mis juegos de niña...mis muñecas, las casitas que armábamos, preparábamos perfumes en frasquitos de medicamentos y los coloreábamos machacando pétalos de flores...uhhh la escondida.

Qué lindo Juan...me encanto!!!

Besos

Bego dijo...

Y ahora los juegos que mas se llevan, son las dichosas maquinitas.
Con lo divertido que son esos juegos de los que hablas, ojalá que no se pierdan.

Un saludo.

moksha dijo...

De esos juegos aún queda mucho: Asombro y lecciones aprendidas. Que bueno traer a la memoria tantas risas y ese poder de la infancia de habitar con TODO cada instante.
Un abrazo, bello Caballero!.

La Gata Coqueta dijo...

Que recuerdos tan bonitos tienes aunados en tu mente.

Hoy en los tiempos que estamos ya no se pierde el tiempo imaginando mi preparando nuevos juegos ya los dan echos y prefrabricados para que la mente no piense y empezar a diriguirlos desde temprana edad.

Es triste reconocerlo pero es una realidad muy fria y vacia de encanto y forma de hacer amistades hoy se hacen por Internet y así luce la comunicación del día a día entre la gente menuda, ya falta la comunicación entre los mayores pues ya veremos cuando estos encipientes niños se hagan adultos como va ser el tema.

Te deseo un feliz día lleno de paz y ternura para que lo hagas participe de ello a todos los que te acompañan de continuo en tu entorno particular.

Hasta pronto un abrazo.

Maripaz dijo...

Preciosos recuerdos Juan Antonio, que importante és en la infancia el juego ...

Esos recuerdos de nuestros juegos infantiles, se quedan grabados para siempre , y los amigos ...

Besos

Melba Reyes A. dijo...


Bonitos recuerdos. Volveré por más.

Salud♥s

Peter dijo...

Juan... te ganaste algo... -> http://caffeamor.blogspot.com/2009/03/de-una-mariposa.html

Monica dijo...

Amigo Juan,gracias por tus melodiosas palabras,que gran poeta vive en tí.
Y felicitaciones por cosechar tantos y buenos amigos.
Es decir cosechas tu buena siembra.
Un gran abrazo de Mónica.