
Se extiende desde la cumbre hasta el mar. Destacan los Macizos Altavista-Tirma y el de Tamadaba.
Los acantilados de Faneque y Andén Verde besan el mar isleño con amorosa devoción
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Imponente macizo que besa el mar y acaricia el nítido cielo isleño
sinfonía de montañas que nos seduce con su mágica música.
Nuestra alma acaricia cada piedra, cada barranco y cada ladera
nos deslizamos suavemente por los imponentes acantilados
como lo hace un niño en los brazos de su amorosa madre
y llegamos a las cálidas y límpidas aguas que nos refrescan y acarician
nos bañamos y nos sumergimos hasta tocar el sagrado fondo marino
jugamos con los peces de colores que adornan nuestro mar
y quedamos extasiados ante la maravillosa obra de la Naturaleza.
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Es una magnífica basílica adornada con bellas estructuras pétreas
el templo donde se guarda toda la existencia de un pueblo noble
la catedral erigida en honor a los canarios de todas las épocas y lugares
el almogarén donde los aborígenes realizaban sus rituales y observaban el cielo
es el más grande y esplendoroso regalo que recibimos los isleños.
Es una magnífica basílica adornada con bellas estructuras pétreas
el templo donde se guarda toda la existencia de un pueblo noble
la catedral erigida en honor a los canarios de todas las épocas y lugares
el almogarén donde los aborígenes realizaban sus rituales y observaban el cielo
es el más grande y esplendoroso regalo que recibimos los isleños.
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Navegamos en el ferry en dirección a la isla hermana de Tenerife
y observamos a lo lejos los extraordinarios Macizos adornados por el mar azul
y que en suave declive acarician y besan el sublime mar por la Punta de La Aldea.
Navegamos en el ferry en dirección a la isla hermana de Tenerife
y observamos a lo lejos los extraordinarios Macizos adornados por el mar azul
y que en suave declive acarician y besan el sublime mar por la Punta de La Aldea.
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Bella mi tierra, bellas mis montañas y barrancos, bello el sentir isleño.
Esta maravillosa obra del Creador la llevo prendida en mi retina y en mi alma
me acompaña dondequiera que me encuentre, es mi eterna compañera de viaje
la que me consuela, la que me sonríe y la que me atrae hacia sus brazos
cada vez que sueño y pienso en ella, y muero si estoy lejos de su esencia.
Bella mi tierra, bellas mis montañas y barrancos, bello el sentir isleño.
Esta maravillosa obra del Creador la llevo prendida en mi retina y en mi alma
me acompaña dondequiera que me encuentre, es mi eterna compañera de viaje
la que me consuela, la que me sonríe y la que me atrae hacia sus brazos
cada vez que sueño y pienso en ella, y muero si estoy lejos de su esencia.
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Foto Juan Antonio
Junio 2009