
.
Las montañas de mi Aldea adornan el paisaje, le dan un sabor entrañable, pues las llevo viendo y disfrutando de su esencia unos 60 años. Seguro que lo disfrutaron como yo mis padres, mis abuelos y el resto de mis ancestros.
.
Cactualdea es un jardín donde han plantado miles de cactus procedentes de muy diversos países de todo el planeta. Es un lugar precioso, digno de ser visitado por todos los que se acerquen a nuestro pueblo.
.
En el lugar donde se encuentra Cactualdea existía una finca cuyo dueño era el cura Vicente. Cuando él falleció se la donó al Obispado, pero en usufructo se la dejó a mi tía Hortensita. Allí íbamos los fines de semana con mis padres y jugábamos debajo de un árbol que llamábamos farroguero (algarrobo) y comíamos unas ricas farrogas (algarrobas).
.
Al otro lado del barranco de Tocodomán se encuentra el barrio de El Hoyo, y sobre éste el pinar de Ojeda, Inagua y Pajonales, lugar donde mis abuelos tenían algunas propiedades donde cultivavan la almendra.
.
Montañas de mi Aldea
esencia de mi pueblo
testigos de su historia
de su lucha y de su sangre.
Me emociono al contemplarlas
y pensar en todas sus vivencias
desde que vivían los aborígenes
y cuando llegaron los mallorquines
a fundar la primera ermita en la Playa.
.
Luego arribaron los españoles
donde sufrieron una severa derrota
en la batalla de Ajódar.
Más tarde vieron cómo los españoles se repartieron sus tierras
y cómo los aldeanos lucharon a muerte por ellas.
Los nombres legendarios de La Meliana, Salvador Araújo,
Antonio el Indiano, el cura Vicente y otros valientes aldeanos
están esculpidos en las montañas de nuestro pueblo
por su valiente defensa de la tierra que les vio nacer.
.
Las montañas de mi Aldea
las llevo prendidas en mi almay se la dejo en herencia,
como el más preciado tesoro, a mis hijos
y a todos los aldeanos que la defiendan con valentía,
orgullo y con un inmenso honor.
.
Foto Juan Antonio